Por Leonor Tornero Rueda./Foto: cortesía.
Salamanca es un municipio con una gran riqueza cultural, que ofrece a sus habitantes y visitantes, un sinnúmero de tesoros por admirar, desde sus bellas artesanías y sus majestuosos templos llenos de arte sacro, hasta su variada gastronomía.
Uno de los platillos que más destacan entre los salmantinos son las famosas “Carnitas Chavacán”, un negocio familiar que nace en 1968 con la finalidad de ofrecer una nueva alternativa culinaria en la localidad.
Este proyecto de emprendimiento surgió en el patio de la casa de sus dueños y hoy, a más de 50 años en el mercado, continúa siendo un éxito gracias a su excelente control de calidad en la selección de los animales, así como en los procesos de elaboración de su receta tradicional.
Su primer establecimiento estuvo ubicado en el mercado municipal, hoy Plazoleta Hidalgo, justo en la esquina de Juárez y Zaragoza, donde se encuentra el acceso actual al subterráneo. Desde entonces, se han mantenido en el mercado como líderes en la comercialización de este platillo, abriéndose las puertas en municipios vecinos como Valle de Santiago y Silao, donde al igual que en Salamanca, su distintivo es la calidad, sabor y frescura de sus productos.
Carnitas Chavacán es una empresa familiar de la cual dependen 25 familias y donde su fundador sigue al frente tratando de dar lo mejor para sus clientes, innovando en sus canales de venta para ofrecer el servicio a domicilio, a través de redes sociales y whatsapp. De igual manera, ha diversificado su negocio con la atención de eventos familiares y corporativos, brindando un servicio integral en la organización del mismo.
“Nunca dejes de soñar, no te rindas, a veces la vida nos da duros golpes y sientes que no puedes levantarte, pero de eso se trata, de perseverar una y otra vez, de echarle los kilos; con esfuerzo, dedicación y sencillez se logran grandes cosas.”
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